Celebramos en este
2018 los centenarios de dos compositores que el devenir de los tiempos ha unido
de manera muy especial. El año de la muerte de Claude Debussy coincidió con el
nacimiento de Leonard Bernstein, y a lo largo de la carrera de director del
compositor americano muchas fueron las veces que defendió la música del genio
francés no sólo desde el podio sino también en sus famosas conferencias donde
siempre supo adentrarse más que otros músicos de su tiempo en los secretos de
esta música tan enigmática.

El primer instrumento de Leonard Bernstein fue el piano, y
mantuvo su amor por el teclado a lo largo de su vida. Pero sus ambiciones
crecieron mucho más de lo que podían acomodarle las 88 teclas, por lo que su producción
para el piano es relativamente pequeña.
Dado que Bernstein hizo tantas cosas a gran escala y con un
toque teatral, es refrescante escuchar cuánto cuidado e imaginación prodigaba a
la música de personalidad íntima por el instrumento que interpretó tan
espléndidamente.

Encargado como una pieza requerida para todos los
concursantes en el Sexto Concurso Internacional de Piano Van Cliburn, Touches
comienza con un coral, similar a un trabajo breve que Bernstein escribió para
el vigésimo sexto cumpleaños de su hija Jamie, Virgo Blues, y recorre un
conjunto de ocho variaciones que termina con una coda La forma y el espíritu de
la obra son remniscientes de Copland's Piano Variations (1930), una obra que
Bernstein tuvo en su corazón durante toda su vida.
Esperamos que nos acompañéis este sábado 21 en esta
intimista velada como preludio al gran concierto de orquesta de cámara que celebraremos
al día siguiente con los Madrid Virtousi y su director Albert Skuratov. Sois todos
bienvenidos.
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