Afrontamos el último fin de semana del festival llenos de
ilusión por los conciertos que os vamos a ofrecer. Estamos muy orgullosos de
los conciertos que hemos tenido hasta ahora y creemos que estos dos últimos
pondrán el broche de oro a esta 11ª edición.
El sábado 22 recibimos de nuevo a un gran amigo del festival
como es el guitarrista japonés afincado en España, Masayuki Takagi, que viene a
presentarnos su nuevo disco para el sello Nîbius, Six Strings Converse. Nos
encontramos ante una recopilación de las principales obras para guitarra a
solo del siglo XX. Desde los arreglos de Joaquín Nin-Culmell, pasando
por la inolvidable Cavatina de Alexandre Tansman o la Sonatina de
Federico Moreno Torroba, toda esta música desprende un embrujo y capacidad para
la emoción fuera de lo común. Estará además acompañado de la Soprano
Mónica Luz, a la que estamos encantados de recibir por primera vez en el
festival, una artista de gran musicalidad y talento escénico. Colaborará en
obras muy asociadas a las que el guitarrista tocará sólo. Obras modernas y de
fundamental componente melódico, que desde luego provocarán emociones de gran
belleza e intimidad entre los asistentes.
Finalmente el domingo 23, disfrutaremos en la clausura de
dos de las obras cumbre del repertorio de cámara. Presentaremos los dos quintetos
de Brahms para clarinete y piano, cerrando el círculo de este festival con los
mismos dos artistas que abrieron esta 11ª edición, el clarinetista Raúl Traver
y el pianista Rubén Yessayan. Queremos hacer mención especial a los cuatro
músicos que formarán el cuarteto de cuerda, todos ellos grandes talentos y
realidades de la escena musical española, que no acompañarán, sino que formarán
el cuerpo esencial de este concierto, con su enorme talento y exquisito sonido.
Este cuarteto estará formado por los violinistas Pablo Martín Acevedo y Vanja
Skokovic, la violista Sandra García Hwung y el cellista Antonio Martín Acevedo.
Os invitamos a disfrutar de esta fenomenal representación de la cuerda
española. Las dos obras que serán interpretadas representan la cumbre
camerística de Johannes Brahms. Dos obras de gran contraste, el quinteto con
piano representa la fuerza y energía casi épica de un joven Brahms, mientras
que el quinteto de clarinete, representa cierta meloncolía de una obra tardía
que mira hacia atrás y reflexiona sobre el pasado.
No os lo penséis y venid a disfrutar con nosotros de este
gran final. ¡Os esperamos!