Este próximo jueves 25 a las 20 horas, celebramos el tercer concierto de esta edición con la presentación discográfica de "Return from a journey", el último disco de Rubén Yessayan en torno a la música de Georges I. Gurdjieff, un gran desconocido en el mundo de la música clásica.
En el sistema de Gurdjieff coexisten la cosmología y psicología, revelando el principio fundamental de unidad en la diversidad. El cosmos es una unidad manifestada en la diversidad, del mismo modo que cada persona puede ser en sí misma una unidad potencial expresada en la diversidad de su carácter. De esta forma, podemos ver cómo la música es la compañera perfecta de este sistema, ya que responde al mismo principio cosmológico. Cada pieza musical compuesta ya sea para la obra o para algún tipo de escucha interior se revela como un ente único. La unidad se adquiere a través de la diversidad de movimientos, estructuras y emociones. Además, cada pieza musical interrelaciona su carácter con el resto de la música del Trabajo, revelando un cosmos musical esencial al significado de la misma.
Un elemento clave de esta música reside en la plena atención por parte del oyente, algo que es explícito en gran parte de las estructuras de esta música, ya que las frases rara vez se repiten y cuando lo hacen nunca lo hacen de la misma manera. La asimetría es la esencia de la estructura musical de muchas de estas composiciones.Mostrando mucho interés en los asuntos del hombre y el significado de la existencia, viajó extensamente por Asia junto con un grupo de camaradas que se autodenominaban los Buscadores de la Verdad, teniendo la oportunidad de aprender sobre muchas tradiciones musicales étnicas diferentes y los significados codificados en sus canciones, así como diferentes prácticas relativas a rituales, danzas y música de diferentes tipos de templos y monasterios. Es esta diversidad de tradiciones y sus enseñanzas la que está en el corazón de su sistema y constituye el elemento central de su música.
Lo que es único en esta música es su combinación específica de elementos: las melodías étnicas, la música ritual de templos y monasterios remotos y las cadencias de la liturgia ortodoxa tan íntimamente familiar para ambos hombres, todo esto transformado por Gurdjieff a través de la destreza y la dedicación absoluta de De Hartmann. El resultado fue a veces claramente oriental, a menudo claramente occidental, pero casi nunca típicamente ninguno de los dos. Es como si muchos de los atributos específicos de las fuentes se destilaron para dejar una música en gran medida libre de estructuras elaboradas y detalles decorativos o de pianismo característico. La fuerza y la claridad de su discurso surgen de la intención subyacente de hablarle al ser más íntimo del oyente.
Rubén Yessayan tocará un piano artesanal Yamaha CF6 escogido especialmente para los pianistas de esta edición.
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