Comenzamos este sábado, 8 de Julio, con un concierto de
apertura muy especial. Será la presentación oficial del nuevo dúo de Clarinete
y Piano formado por Raúl Traver y Rubén Yessayan, que han escogido el XI Festival
de Medinaceli para tal ocasión. Presentarán un programa que bajo el título de
American Dreams nos muestra un recorrido por distintos ámbitos de la música
norteamericana.
La programación de este concierto descansa sobre tres ejes
fundamentales: la música popular, música de inmigrantes y la asimilación de
estilos europeos.
La música popular norteamericana se encuentra de entre todos
los folklores del mundo entre las más conocidas. Disciplinas como el ragtime y
el blues son ya muy familiares entre los públicos y músicos de todo el mundo.
Al igual que en España compositores como Albéniz, Granados y Falla eleveran el
folklore español hasta cotas de gran brillantez y sofisticación, sin perder la
autenticidad de lo popular,
en Estados Unidos ha ocurrido igual con compositores
como George Gershwin, de quien escucharemos una selección de su ópera
"Porgy and Bess", en transcripciones del violinista Jasha Heifetz,
transcritas en este caso para clarinete. Melodías tales como "Summertime" o "Bess,
you is my woman", nos transportarán a la esencia de una música que es santo y
seña, ya no sólo de Estados Unidos sino también de la cultura popular
occidental.
Lo mismo ocurre, aunque de manera más actual con la obra que
cerrará el concierto, 4 rags for 2 Jons, composición del pianista John Novacek,
que, inspirado por la alegría y el virtuosismo de la improvisación, continúa
una larga tradición de compositores clásicos contemporáneos que se acercan a
esta forma popular tan atractiva.
En el caso de compositores que emigraron a Estados Unidos,
ya hemos visto el caso del violinista Heifetz, aunque como arreglista. El caso
de Leo Ornstein es el mismo que el de tantos miles de personas que emigraron a
Estados Unidos desde distintas partes de Europa (en este caso, el Imperio Ruso)
con sus familias en busca de una vida mejor. Llegó en su adolescencia, y ya en
Rusia era reconocido por un gran joven talento por músicos de la talla de
Alexander Glazunov y Josef Hoffmann. Sin embargo, tras unos años de ferviente
actividad pianística decide volcar toda su atención en la composición,
intentando mostrar en sus obras todos los grandes avances de la composición
europea de su época, algo que ya como pianista había hecho regularmente en sus
conciertos. En el Nocturno que escucharemos podremos observar influencias tanto
impresionistas como rusas de corte oriental.
Esta cualidad de asimilar lenguajes foráneos para añadirlos
a la creación autóctona es el último eje
que nos ocupa de los que hemos hablado
antes. Sin duda, Bernstein es conocido en su faceta de compositor como un
músico eminentemente americano gracias a obras como West Side Story, sin
embargo, su obra es bastante amplia, y de hecho bastante desconocida en
comparación con su afamado musical. La Sonata para clarinete y piano fue su
primera obra publicada y nos presenta a un muy joven Bernstein ávido de
aprender de sus grandes maestros. Es por ello que esta pieza tiene un lenguaje
muy similar a Paul Hindemith, con quien sin duda tuvo mucho contacto en Tanglewood,
y además junto con Schoenberg eran los grandes profesores de composición de la época
tras fugarse de la Alemania Nazi. Sin duda, esta circunstancia histórica fue
fundamental para el progreso cultural de Estados Unidos, ya que absorbieron una
cantidad ingente de artistas de toda índole.
Os esperamos con mucha ilusión, este próximo sábado 8 de Julio, a las 20h en la Colegiata.
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